La historia de una tradición que lleva en su sangre la
esperanza de un pueblo entero por tiempos mejores.
Con el año viejo se queman los pesares y se renueva la
esperanza de un futuro mejor. El viejo se va, acompañado de un cortejo
funerario que pide limosna, supuestamente, para los gastos del funeral. Es una
tradición que ha cambiado mucho con el tiempo, pero ¿dónde nació?
No es fácil de responder esta pregunta ya que los ritos con
fuego se datan desde los orígenes más remotos de la humanidad. Sin embargo, en
un intento de entender la tradición en el país, en el libro ‘Los años viejos',
Ángel Emilio Hidalgo, uno de los autores, menciona que los orígenes de la
fiesta son poco documentados, pero existen algunas referencias de muñecos
"grotescos rellenos de pajas y virutas y cohetes y pólvora", que eran
confeccionados por misioneros españoles.
Una de las referencias más antiguas que se tiene de la
quema de los años viejos fue publicada en 1961 por Rodrigo Chávez, quien relata
que la noche de 31 de diciembre 1871 se vivió un toque de queda, ya que García
Moreno temía que "se levantaran los liberales" aprovechando las
explosiones de cohetes y la quema del año viejo.
En las referencias más antiguas, se sabe que el año viejo se
representaba como un anciano con larga barba blanca partida en la mitad,
acompañado de dos cirios, y con una escudilla en el suelo para recoger la
limosna. No se sabe exactamente cuándo se inició la quema del año viejo con la
cara de personajes políticos y religiosos. Sin embargo, se cree que esto
sucedió en la mitad del siglo XX.
Viudas: la celebración una vez vestidas y alborotadas, las viudas salen a pedir dinero para su viejo, el año viejo que está por morir. Vídeo año viejo en Ambato, una de las provincias de Ecuador.
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